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EL ESTADO LAICO Y LA PROMOCIÓN

DE LA PROCESIÓN DEL SILENCIO EN EL BARRIO DE ANALCO, POR EL GOBIERNO MUNICIPAL

DE GUADALAJARA

Por Francisco Granval

En días pasados, nos enteramos por medio de una conferencia del presidente municipal de Guadalajara, Ing. Enrique Alfaro Ramirez, celebrada  en el Jardín del barrio de Analco, acompañado por el párroco de la iglesia de Analco  José Dolores Aguayo y el sr. Rene Rivial León, presidente del comité organizador; que se realizará esta próxima semana santa una procesión del silencio y  vía dolorosa, por primera vez en la historia del pueblo de Analco, con lo que esperan la creación de una nueva tradición religiosa en Analco, según declararon las autoridades municipales y religiosas presentes.

El presidente Enrique Alfaro, comento que, en el momento que le plantearon el proyecto religioso, “llego a la mente la reflexión sobre un viejo debate, la idea de qué puede hacer el Gobierno en su relación de trabajo con una iglesia y hay quienes piensan que el concepto de laicidad se puede confundir con la idea de que no nos podemos poner a trabajar juntos y yo no creo en ese concepto, yo creo en la laicidad como un principio básico y creo que con la iglesia, en este caso la católica, tenemos una agenda de trabajo común desde diferentes trincheras y desde diferentes responsabilidades” dijo, que sumando voluntades se pueden hacer grandes cosas, por la ciudad, y esto es lo que vio en Analco, ya que es un proyecto que surge desde abajo, desde los ciudadanos que se apoyan en su barrio, de su colonia, una organización de lo que “va a convertirse en una tradición y un evento de la mayor relevancia para la ciudad” y no será un evento aislado.

 

Por su parte el párroco de la iglesia de Analco señalo que este evento es para “rescatar el barrio, porque ya había quedado un poco en el olvido, es decir despertar los valores que este barrio tiene y los ánimos de los habitantes están al Máximo”. Mientras que Rene Rivial León, presidente del comité organizador, agradeció el apoyo de las autoridades municipales para poder llevar a cabo éste evento entre el seis y 16 de abril para poner el barrio en los oídos de todos y llevar a buen fin la primera peregrinación del silencio. “Guadalajara en semana santa el 80% de los habitantes se quedan aquí y nuestras tradiciones religiosas se han ido olvidando o  hecho a un lado y tenemos que volverlas a retomar porque no solo llevan en sí un compromiso religioso, sino un compromiso de convivio, de nosotros, de conocer al vecino, de hacer eventos participativos, no solo en lo religioso, Sino cívicas para que el barrio tenga vida” dijo. (Párrafo tomado de EL OCCIDENTAL).

La procesión del silencio es una impactante manifestación religiosa originada en España desde el siglo XIII, y traída a México después de la conquista, que conmemora la pasión y muerte de Cristo y a la Señora de la Soledad. Es un acto de luto, una recreación del viacrucis, es un evento que se ilumina con cirios y se crea un ambiente de amargura, y durante la procesión que puede durar horas, nadie habla, de ahí su nombre.

En los lugares en donde se efectúa este modelo de manifestación religiosa, se organizan cofradías o hermandades, que se distinguen unas de otras por los colores de sus túnicas y sus diferentes emblemas. Los cofrades que más se distinguen son los nazarenos, que participan con el rostro cubierto, se atavían con capirote, antifaz y capa, (como los miembros del KU KUX CLAN) algunos caminan descalzos o se atan a cadenas en sus tobillos, infringen algún dolor para hacerse más dura su penitencia.

El Gobierno Municipal de Guadalajara encabezado por Enrique Alfaro Ramirez, cometió una enorme equivocación al involucrarse con la iglesia y grupos empresariales proclives a ella, encabezados en esta ocasión por el Sr Rene Rivial, al violar el espíritu de la constitución de 1917, y la lucha de las guerras de Reforma del siglo XIX, guerras que costaron a la nación mexicana mucha sangre de sus hijos.

Alfaro, banaliza las intenciones de la iglesia católica en su declaración al comentar que no cree que el gobierno y la iglesia católica no deban trabajar juntos, ignorando con su reflexión descuidada e irreflexiva, la historia de sangre y dolor que hundió a México en una lucha intestina para superar los ataques de la iglesia que siempre fue enemiga acérrima de nuestra independencia de la corona de España. La iglesia Católica ha demostrado históricamente que no deja de luchar para hacer de México un estado confesional, existen testimonios históricos en los 196 años de vida como país independiente. Los levantamientos armados que promovió en el siglo XIX  que fueron motivo para la nacionalización de sus bienes, la revolución cristera en el primer tercio del siglo XX y la nueva arremetida que empezó con las modificaciones constitucionales que promovió Carlos Salinas  y el arribo del poder del Partido Acción Nacional, en donde la iglesia Católica ha recuperado espacios que le habían sido vedados.

Quiero pensar que Enrique Alfaro cometió un descuido histórico, con la intención de fomentar el turismo y la economía de la ciudad con un evento que pudiera tener tintes de folclorismo religioso, y que pensó que de ahí no pasa; pero si este es el caso, cometió una equivocación supina; mayor incluso, que la que cometió Vicente Fox, cuando su hija le entrego un crucifijo en su toma de posesión. 

 

Me refiero a una equivocación mayor, pues al CREAR una nueva tradición religiosa, que seguramente prendera como incendio en yesca, creara numerosas cofradías en donde participarán adultos y niños. La observaran decenas de miles de habitantes y turistas de la ciudad a quienes se educarán con el ejemplo de esta procesión, en la visión de un mundo, en donde se impone la versión judeo  cristiana del porqué de nuestra existencia y objeto de vida, contraria a la visión científica del origen del mundo y sentido de nuestro ser. Dos visiones contrarias irreconciliables, una basada en la biblia y en la supersticiones, otra basada en testimonios históricos científicamente comprobados, que involucran disciplinas como la historia, la arqueología, la antropología, la biología, la física, la química, la lingüística, la astronomía, etc.

Nuestra Constitución Política en el artículo 3, establece que la “educación será LAICA y por tanto se mantendrá ajena a cualquier doctrina religiosa; El criterio que orientara a esa educación se basara en los resultados del progreso científico, luchara contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios”. Los eventos masivos religiosos, siempre tienen por objeto educar a las masas, no podemos ser tan inocentes creyendo que tienen otro fin. Al involucrarse la autoridad municipal en la promoción de este evento, además de permitirlo, viola el espíritu de nuestra carta magna.

Existen numerosas posibilidades en una ciudad que rebosa de artistas en todo tipo de ámbitos de la cultura, que pueden con creatividad forjar polos de interés en Analco y en otros barrios, en lugar de promover el retroceso civilizatorio que significa una nueva tradición religiosa representada por una PROCESIÓN DEL SILENCIO.

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