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Por María Antonieta Hernández Solís

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En 1982 encontré un libro que me impresionó, lo público la editorial “Nuestro Tiempo” y para entonces se había reeditado treinta y un veces desde 1972. Su nombre “Para Comprender la Historia” y su autor Juan Brown; y aparte de ser un libro extraordinario por la manera tan científica y encantadora de abordar el problema de la historia, lo inicia con un poema de Bertold Brecht poeta alemán de gran calado.

 

Hasta ahora sólo sé que el maestro Juan Brown enseñó historia en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y en la Facultad de Altos Estudios Melchor Ocampo así como en la Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Puebla y que fue gran amigo del Doctor Eli de Gortari, el Maestro Joaquín Sánchez Macgregor  y  el archiconocido Frederich Katz famoso escritor de la biografía de Francisco Villa.

 

Desde niños nos enseñaron que la historia la hacen los grandes hombres e interpretar la historia como un proceso sujeto a las voluntades y pasiones de los grandes héroes  así como entender  que la historia se reduce a conocer los datos: a la simple acumulación de detalles, al ordenamiento lógico de la información: la descripción de los hechos, fechas, lugares y nombres. 

 

Pero de lo que en verdad se trata es de entender nuestro propio pasado, sin mitos cultivados durante los siglos. El autor pone el acento en lo que es decisivo en el desarrollo humano; los pequeños y grandes cambios que se registran en las formas cotidianas , las que a lo largo de los siglos los pueblos crean, sus medios de vida. Así los personajes principales de la historia son los pueblos como lo afirma Bertold Brecht en las palabras de su poema y quienes al fin de cuentas pagan los platos rotos.

 

Preguntas de un obrero que lee

 

¿Quién construyó Tebas, la de las siete puertas?

En los libros se mencionan los nombres de los reyes.

 

¿Acaso los reyes acarrearon las piedras?

Y Babilonia, tantas veces destruida.

 

¿Quién la reconstruyó otras tantas? ¿En qué casas de Lima, la resplandeciente de oro, vivían los albañiles?, ¿Adónde fueron sus constructores la noche que terminaron la muralla China?, Roma la magna está llena de arcos de triunfo.

 

¿Quién los construyó?, ¿A quién vencieron los Césares?, ¿Acaso solo tenían palacios para sus habitantes? 

Hasta en la legendaria Atlántida, la noche que fue devorada por el mar, Los que se ahogaban clamaban llamando a sus esclavos.

 

El joven Alejandro conquistó la India ¿Él sólo?

 

César venció a los galos; ¿No lo acompañaba siquiera un cocinero? Felipe de España lloró cuando se hundió su flota.

 

¿Nadie más lloraría? Federico Segundo venció en la Guerra de Siete Años.

 

¿Quién más venció? Cada página una victoria.

 

¿Quién guisó el banquete de triunfo? Cada década un gran personaje.

 

¿Quién pagaba los gastos? Tantos informes, Tantas preguntas.

 

BERTOLD BRECHT

 

 

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