

Inundaciones en la Zona Metropolitana
de Guadalajara, el resultado de la corrupción
y una gestión pública deficiente*
Por Francisco Granval Martínez
El sábado primero de octubre 2016, amanecimos en la zona metropolitana de Guadalajara, con las consecuencias de la copiosa y prolongada lluvia que empezó durante la madrugada, una lluvia, que se prolongó por casi seis horas continuas; La lluvia, dejo daños en los diversos municipios de la zona: Guadalajara, Zapopan, El Salto y Tlajomulco, sufriendo los habitantes de este ultimo, las mayores afectaciones en los fraccionamientos Villas de la Hacienda, Parques de la Hacienda y Paseos del Valle, Los Eucaliptos en Tlajomulco.
Hemos visto en diversos medios de comunicación, Videos y fotografías de los daños que han sufrido cuantiosas personas en sus bienes y en su vida personal; Estas personas y la sociedad entera han sido víctimas de un sistema burocrático, corrupto, descuidado, depredador y omiso, que permitió la construcción de sus viviendas en una zona en donde no debieron construirse.
El temporal de lluvias trae indudablemente, muchas bondades, también, algunos perjuicios, las consecuencias adversas: inundación de calles, casas, fraccionamientos completos, estacionamientos, pasos a desnivel, muertes por ahogamiento (10 anuales en promedio los últimos 10 años), son producto de la acción humana por el mal manejo que se ha hecho de nuestro territorio. “El agua tiene memoria” dice un viejo adagio, pero los constructores y responsables de la administración del territorio lo ignoraron, y lo siguen haciendo.
En Guadalajara, hemos crecido en sesenta años, 11 veces en población y territorio urbano. Hemos sido testigos de la transformación de la población rural a población urbana. Aunado al crecimiento, desde antes del periodo que menciono, las autoridades municipales han permitido una agresión a nuestra geografía, hemos construido destruyéndola por ceguera y ambición de unos y corrupción y omisión de otros. Hemos desaparecido dieciocho ríos y arroyos, el 88% de los que corren por nuestra ciudad, (EL INFORMADOR 20 diciembre del 2010), se intervinieron los arroyos: Caballito, Hondo, Chicalote, Santa maria, San Andrés, San Gaspar, Osorio, Seco, San Ramón, Talpita, Los coyotes, Arenal, El Deán, y El rio San Juan De Dios, solo quedan algunas partes del Rio Blanco y del Arroyo de Zapopan, o Rio Atemajac, (en donde se cometió el enorme acto de corrupción de construir plaza patria en su lecho. Ahora se está construyendo un enorme edificio para ampliar dicha plaza, en el lecho de un rio, con la anuencia del municipio de Zapopan). “Algunos parecen querer renacer, se han localizado cerca de 100 puntos donde hay inundaciones y que curiosamente coinciden con las zonas en donde pasaban los cauces, declaro en este artículo, Carlos Hernandez, Gerente técnico del Sistema Intermunicipal de Agua y Alcantarillado, (SIAPA)”.
Se entubaron ríos en el mejor de los casos, en otros, sencillamente desaparecieron los cauces. Nuestra orografía, ha sido destruida literalmente en algunos casos (Ríos) y en otros la hemos ignorado (construcción de viviendas en zonas bajas). Quienes hicieron y permitieron esto, han sido los causantes de los problemas que ahora padece la ciudad. Algunos ríos son parte del drenaje de la ciudad, (cuando fueron entubados), se ha construido una red de colectores en toda la zona metropolitana, ahí en donde el agua de lluvia causa mayores problemas; haciendo cuantiosas inversiones que buscan la solución a los EFECTOS de la desaparición de los arroyos originales, ignorando siempre las CAUSAS.
Ignorar nuestra geografía ha tenido graves consecuencias, además de las inundaciones que hemos ya mencionado, se ha dañado el ciclo del agua en nuestra ciudad, las temporadas de lluvias ahora ya no recargan los mantos freáticos, que son la fuente del 30 % del agua que consumimos debido a la impermeabilización lograda con una urbanización que no ha tomado en cuenta el tema del aprovechamiento del agua de lluvia. En la ciudad, la obra pública construida ha tenido por objeto desahogar el agua lo más pronto posible, y la visión de las autoridades ha sido y sigue siendo la de ignorar el ciclo del agua, haciendo a un lado técnicas milenarias de aprovechar el agua de la lluvia.
Numerosos han sido los efectos dañinos de no tomar en cuenta nuestra geografía en la urbanización de Guadalajara, el medio ambiente se ha afectado de diversas formas: las aguas residuales de la ciudad no son tratadas en su totalidad antes de derramarlas a la barranca donde corre el Santiago; cuando llueve el agua de lluvia se mezcla con las aguas residuales, aumentando los volúmenes a tratar y colapsando totalmente el sistema de tratamiento (cuando existe) y el clima ha incrementado la temperatura.
En lo social las consecuencias de ignorar nuestra geografía causan daños cuantiosos a viviendas que se ubican en zonas en donde las autoridades municipales jamás debieron permitirlo. Esas construcciones han causado un gran problema social en donde toda la sociedad sale perdiendo:
Primero.- Los permisos para construir esos fraccionamientos no debieron otorgarse, ya que dieron pie a que una gran cantidad de personas cayeran en el engaño de las constructoras que les vendieron esas viviendas en zonas de riesgo, causándoles un daño cuantioso a los compradores en su patrimonio presente y futuro, ya que la mayoría fue comprada a créditos de largo plazo.
Segundo.- después del desastre, los ciudadanos afectados exigen a la autoridad municipal una solución mediante obras de desagüe que eviten futuras inundaciones, transmitiendo la obligación al municipio que autorizo la construcción y relevando de esa obligación a la empresa constructora.
Tercera.- La autoridad municipal así, queda de rehén de la corrupción y si la presión política es mucha, terminan por construir la solución en perjuicio de los habitantes de todo el municipio en donde los rezagos aumentan periodo a periodo.
Cuarta.- Los constructores quedan a salvo ya que por lo regular el plazo entre la construcción y el desastre supero el plazo legal para reclamo por vicios ocultos. Quedando así, un fraude particular, como un problema público.
Lo anterior se da, por diversas causas, una, la corrupción; otra el burocratismo que permite que este tipo de cosas suceda en todos los municipios de la zona metropolitana de Guadalajara, sin que hasta ahora se implemente una solución que lo evite.
Existen numerosos ejemplos exitosos de Gestión pública postmoderna en ayuntamientos en todo el mundo, que a través de una gestión pública que usa la planeación estratégica participativa, y la visión del bienestar humano como eje central de cualquier acción o programa de gobierno, que deberían los ayuntamientos locales tomar en cuenta. Un loable ejemplo es el caso del municipio de Victoria Gasteiz, Capital de Álava en el país Vasco. Seleccionada por la ONU entre las 100 mejores actuaciones mundiales en el III concurso de “buenas prácticas para las mejoras de las condiciones de vida de las ciudades” celebrado en Dubái en el año 2000, y nombrada Capital verde Europea en el año 2012.
En Victoria no se andan por las ramas para la defensa del medio ambiente, antes de otorgar un permiso de construcción deben dar primero la licencia de funcionamiento, en donde se analiza si las consecuencias ecológicas, sociales y económicas de un edificio, fraccionamiento, negocio, industria etc., si ese funcionamiento es viable y no daña al medio ambiente y no afecta a la población de alguna manera, se otorga la licencia de operación, si no es viable, no se otorga el permiso de construir, así, se evita construir algo que no será funcional para la ciudad. Con ello, evitan que se hagan inversiones que dañarán al medio ambiente y evitan perdidas a los inversionistas, y no se cometen fraudes a la población como en Tlajomulco, ni responsabilidad del municipio por fraudes particulares solapados por las autoridades. Aquí, todo es, justamente al revés.
PD.
En el periodo pasado del gobierno de Tlajomulco, encabezado por Ismael del Toro, un grupo de funcionarios municipales viajaron al país Vasco, faltando a alguno de sus compromisos por irse a ver un partido de Futbol. No se les ocurrió a ninguno de ellos, abrevar de las hermosas experiencias de Victoria Gasteiz en pro de sus habitantes.