

Había una vez... Un Planetario


Por Marcos Gómez Ortega*
Fue en diciembre de 1982 cuando el entonces Presidente Municipal de Guadalajara Arnulfo Villaseñor Saavedra inauguró el Planetario “Severo Díaz Galindo”, en esa época, el Planetario de Guadalajara era de los primeros de su tipo en el país y un espacio importante para la divulgación de la ciencia y la astronomía, además de que Guadalajara estaba proyectada como una de las ciudades importantes del país y que por supuesto tenía su Planetario…
El Planetario contaba con salas de astronomía y ciencias, auditorio, espacios para exposiciones, zona de aeronáutica, exposición de la historia de las comunicaciones y una sala de proyecciones, en donde se presentaban documentales astronómicos y ciencia en general, tenía un proyector que simulaba un cielo estrellado, parecía que “volabas”, decían algunos de los visitantes… Un domo ubicado en la parte superior del edificio central era el espacio de proyección, convirtiéndose así en la principal atracción. Grupos escolares y turistas conformaban el grueso de visitantes. El festejo del vigésimo aniversario (2002) fue para el Planetario, contrario a lo que pudiéramos pensar, el comienzo de la debacle, una caída que los escritores de historias de terror, llamarían espeluznante…
Pese de la buena voluntad del Patronato que se encargaba de administrarlo, hubo momentos en que el impulso no era suficiente, las intenciones de rescate eran viables y reales, sin embargo la lucha por el predio, negociaciones políticas e intereses económicos, terminaron, primero por desahuciarlo y después por darle el tiro de gracia.
El 03 de julio de 2007 en la Gaceta Municipal de Guadalajara se publicó un decreto en el que se extinguía el denominado Organismo Público Descentralizado de la Administración Púbica Municipal Patronato del Centro de Ciencias y Tecnología “Planetario Severo Díaz Galindo”, la intención era que el Planetario pasara a la entonces Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara, y que a partir de ahí siguiera funcionando como hasta ese momento lo hacía, situación que jamás ocurrió, ya que a consecuencia de este decreto comenzó lo que muchos en su momento negaron: La desaparición del Planetario.
En ese tiempo se decía que el Planetario se remodelaría, nuevas tecnologías y un museo moderno y adecuado a las cambiantes necesidades de la sociedad actual eran parte de las promesas… La remodelación y cambios nunca llegaron, al contrario, el poco personal que quedo laborando fue reubicado en otras áreas del H. Ayuntamiento de Guadalajara, quedando en 2008, oficialmente cerrado. Esta situación fue el pretexto perfecto para que muchas pandillas de la zona se adueñaran del espacio, dejándolo en una situación de abandono indignante. Además del inevitable paso del tiempo que al no contar con ningún tipo de mantenimiento comenzó una caída irreparable.
Hoy en día el que fuera el Planetario es un montón de ruinas, quienes lo conocimos sabemos que no siempre fue así, muchos de los que hoy nos dedicamos a la divulgación de ciencia se lo debemos al Planetario “Severo Díaz Galindo”.
No sabemos si algún día Guadalajara volverá a tener un Planetario, se requieren de muchos esfuerzos, ganas y buenas intenciones, que estoy seguro hay de sobra en nuestra sociedad, solo faltan dos elementos importantes: voluntad política y presupuesto.
Por lo pronto, lo único que nos queda es recordar las cosas que durante años ahí se mostraron, que no es cosa menor, lo que aportaba y el potencial que tenía el Planetario eran cosas invaluables. Para los románticos de la ciencia es impensable que Guadalajara no tenga un Planetario, sin embargo existen lógicas extrañas cuando la política aparece en escena.
Ahora lo saben, Guadalajara tuvo un Planetario, eso es lo único real que podemos contar, lo demás son solo palabras.
* Divulgador de ciencia independiente, profesor de ciencias en niveles medio y superior, Premio Estatal de Ciencia Tecnología e Innovación de Jalisco 2010 y finalista en 2014.