

Una rueda de prensa
multidisciplinaria
describió lo que
sucede con parte
del agua que
nos circunda en
Zona Metropolitana

Por Martha González Escobar.
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Hace más de tres décadas, el doctor Manuel Guzmán especialista en lagos y cuerpos de agua repitió un vaticino: “Las guerras del futuro serán por el agua”. De esa magnitud son las consecuencias del método con el que administremos el agua en nuestra época, por ello es importante estar presente en una rueda de prensa convocada por ciudadanos, asociaciones civiles y el profesor/investigador del Centro Universitario de de Arte, Arquitectura y Diseño de la U. de G. Doctor Arturo Gleason, especialista en el tema, están también abogados ambientalistas y el espacio resulta insuficiente para cámaras, reporteros y representantes: para iniciar se señala que lo dicho por el presidente municipal de Guadalajara que se publicó en la edición del 04/06/ 2017 de El Informador era lo contrario, es decir que se señaló a los inconformes con las acciones que la autoridad municipal lleva a cabo en El Dean, como des informadores, que el que desinforma es el funcionario y que nunca realizó una consulta con los habitantes de la zona si no que fue una imposición mediante la cual se talaron más de 184 árboles para ampliar el llamado primer vaso regulador del área que en realidad empezó siendo un manantial, y desde los 70’ paulatinamente se convirtió al pasó de las décadas y las circunstancias, en un vaso de deshechos que descienden de aguas arriba, lo que en temporadas de lluvias hunde literalmente a los vecinos en una cloaca de aguas negras que daña sus fincas, sus muebles y su vida cotidiana.
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Las ONG informan también que en vez de abrir una mesa de debate técnico respecto a las obras que ahí se realizarían, se presentó el Comisario Salvador Carol y les informó. “La obra se va a hacer quieran ó no” . Se comentó del uso de la fuerza pública para el derribo de árboles por las noches cuando los vecinos dormían y concluyen que: con base en el estudio técnico presentado por el SIAPA respecto al proyecto de ampliación del vaso regulador del Deán y construcción de otro para mitigar inundaciones, no hay sustento técnico que garantice que las obras del SIAPA van a separar el agua pluvial de las aguas negra y que las inundaciones se van a disminuir, por lo que piden se replantee el proyecto y se hagan más estudios científicos. Se menciona las reuniones realizadas para lograr acuerdos que sumaron quince, los acuerdos jamás llegaron y las obras empezaron; contraviniendo la regulación exigida por CONAGUA, como por ejemplo que el programa de emergencias no está contenido en el legajo que fue entregado por el SIAPA para hacer un comparativo entre los avances de investigación realizada por la U. de G. hace dos años, y lo entregado por las autoridades mencionadas ya que, el material entregado eran solamente mapas, por lo que diversas voces consideraron que escasea la información para tomar decisiones adecuadas; no hay colectores anclas que permitan distribuir el agua de otra manera y finalmente el proyecto del SIAPA no contienen estrategias cloacales, es decir cual será el destino de las aguas mezcladas: el agua que surge de los veneros y se mezcla con las aguas negras provenientes de los habitantes del cerro del cuatro y de los numerosos fraccionamientos que se encuentran pendiente arriba respecto al parque metropolitano.
A la llegada de esas aguas que contienen grandes cantidades de plomo y zinc las enfermedades de los habitantes empezarán a aumentar y se tendrá un gran problema de salud pública mayor aún que el que se tiene en partes de la ribera del lago de chápala. Según dijeron los vecinos, Mientras el especialista aseguró que los proyectos resultan rebasados porque no se hacen gestiones integrales sino únicamente superficiales.
El director del Instituto de Investigaciones Tecnológicas del Agua (ITAC), Arturo Gleason Espíndola, considera que es falso que el vaso regulador ampliado esté libre de aguas negras porque para ello tiene que intervenirse también una serie de colectores que viene desde el Cerro del Cuatro y que no están contemplados en el proyecto. Se observa que la cuenca creció sin orden ni concierto, entre otras cosas, porque se juntaron los colectores de todos los tamaños que contenían aguas negras con aquellos que solo transportaban agua potable. "Los colectores de la zona se planearon para aguas negras y aguas pluviales, entonces, en el momento en que los colectores reciben una tormenta extraordinaria se mezclan y botan las alcantarillas, todas esas lagunotas de Plaza del Sol o de Gobernador Curiel es agua mezclada con drenaje y el agua que ya arrastró del Cerro del Cuatro, que es una suciedad añeja, entonces cada vez que se lava la cuenca cuando llueve, ¿adónde se va el agua?: Al vaso de El Deán".
Gleason mención un software denominado Stormwater and wastewater managment model, que consiguió el ITAC a través de un convenio con la empresa que lo creó, e hizo una demostración en video en el que se mira que al incorporar los datos proporcionados por el SIAPA sobre las capacidades de la nueva obra e ingresar el volumen de lluvia máximo histórico, se observa que las inmediaciones del Parque Liberación se continúan inundando. El software muestra que si los drenajes funcionan bien, no hay derrames de agua en el vaso pero el incremento de la población y la falta de infiltración logran que éstos se saturen y debido a la topografía, es decir a la inclinación del terreno caen a El Dean. Por su parte, vecinos y abogados que se unieron en un frente para mostrar las inconsistencias del proyecto impulsado también por el ayuntamiento de Guadalajara, presentaron una demanda de la cual se deriva una actual suspensión provisional otorgada por el Juzgado Primero en Materia Administrativa y de Trabajo del Estado de Jalisco para que no se sigan cortando árboles del parque con el fin de avanzar las obras, pero esperan que en estos días les concedan la suspensión definitiva. Pero eso no solucionará las inundaciones.